lunes, 24 de noviembre de 2008

JULIETA DE LIONCOURT capitols 13 i 14

= = = = = = = = = = = = = =
Apa que feia dies-setmanetes que no actualitzava!
dos capítols més jejeje :P
= = = = = = = = = = = = = =
JULIETA DE LIONCOURT
CAPÍTULO XIII


Hasta que Lestat me volvió a besar. Y luego vino otro beso, y otro... Y yo no podía creer lo que estaba sucediendo. Y cada vez nos abrazabamos más fuerte. Hasta que terminó. Nos quedamos abrazandonos, mirandonos y acariciandonos... Lestat sonreía, y se le notaba tranquilo, más tranquilo que nunca.
–Contigo estoy sintiendo algo que no sentía desde hace muchísimo tiempo...
Le abrazé más fuerte aún.
–No quiero separarme nunca más de tí Lestat. Te quiero demasiado como para volver a perderte.
No me dí cuenta que, al decir eso, incomodé a Lestat, recordandole lo que era en realidad. Yo había seguido hablando.
–Lestat quiero estar contigo para siempre, eternamente...
Y no pude terminar porque al decir esto, se puso nervioso y se separó de mi, con lo que me quedé desconcertada.
–¿Qué ocurre?
–Nada—dijo poniendose de pie—solo que ya es tarde y es hora de irnos.
Me quedé asombrada, pues eso último me lo dijo con algo de brusquedad.
–Lestat si he dicho o hecho algo que te hiciera enfadar o que te molestara...
–No has dicho ni echo nada—dijo, dandome la mano para ayudarme a levantar—solo que... ya es tarde.
No acepté su mano y me levanté sola. Él quedó sorprendida por eso. Me puse frente a él y le besé, aunque él volvió a separarse de mí.
–Nunca había estado tan segura de lo que siento por tí—dije, intentando que me mirara a los ojos pero sin conseguirlo—¿Y tu?
Él se sorprendió y me miró.
–¿Yo? ¿Qué quieres decir?
–Quiero saber qué sientes por mí. Si me amas como yo a tí...
–Lydia por favor...
–Dejame terminar. Quiero que me digas qué sientes hacía mí. Si me amas... o si soy solamente un juego. Porque yo por tí lo daría todo... Si solamente me dijeras que me amas. Si me lo dijeras “ven”, lo dejaría todo ahora mismo solo para poder estar contigo siempre.
Noté que me había pasado un poco. Hacía pocos días que nos conocíamos... Pero Lestat se acercó y me abrazó, y me besó en la frente.
–No sé porque eres así—me dijo, acariciándome—me pides que te lleve conmigo ahora mismo... si puediera lo haría, creeme que lo haría. No dudes en ningún momento que te amo y te deseo. Des de que te conozco, al separarnos que no hago nada más que pensar en tí...
–No hay nada ni nadie que nos separa entonces...
Lestat lanzó un suspiro mirando hacia el cielo.
–Te equivocas... solo te pido paciencia. Si de verdad me amas, espera...
–¿Que espere? ¿Qué tengo que esperar y hasta cuanto tendré que hacerlo?
–Te avisaré. Y tu lo sabrás inmediatamente.
–No te comprendo Lestat...
–Prometeme que lo harás por mí.
–Pero...
–Prometemelo.
–Te lo prometo.
Y después Lestat me abrazó, me cogió de la mano... y empezamos a bailar, mientras él cantaba varias de sus canciones.
Finalmente tuvimos que irnos pues ya se estaba haciendo tarde. Esa vez no me escape, y Lestat me llevo hasta mi casa. Al llegar, tenía la sensación de que algo íria mal, no sabía que. Nos besamos antes de despedirnos.
–Tengo miedo que esto sea un sueño realmente—no pude evitar decirlo—y si no volvemos a vernos...
–Volveremos a vernos—dijo él—recuerda lo que te dije... “no me perderás de vista tan facilmente”.
Sonreí y volvimos a besarnos. Y al bajar del coche, estuve observandolo mientras se alejaba en su porche negro hasta que lo perdí de vista. Y fue la última vez que lo vería antes del concierto.
Aunque, como él había dicho, no dejé de tener notícias suyas. A partir de entonces empezó a hacerme regalos. Cada día, a cada hora. Y todas con notas suyas. Naturalmente eso impresionó muchísimo a Helene y Isabel, que no paraban de pedir que les contara lo que pasó esa noche. Pero no se lo contaba, porque eso tenía que ser un secreto entre Lestat y yo. Y sin darme cuenta, los celos fueron apoderandose de mis amigas. Cada vez nos veíamos menos, y discutíamos por nada. Hasta que llegó el día del concierto. Ese mismo día me llegaron tres “backstages” o tres pases para asistir a pruebas de sonido, ensayos e ir como inviadas. Aunque me daba cuenta que estaba distanciandome de mis amigas, no dudé en llamarlas pues esos pases solo podían ser suyos.
= = = = = = = = = = = = = =
JULIETA DE LIONCOURT
CAPÍTULO XIV

Y ese mediodía empezó. Íba a salir cuando llamaron por telefono. Mi madre lo cogió, y luego vino a mi habitación diciendo que era para mí, y al preguntarle quién era me dijo que no habían querido decirlo. Aunque pensé que podía ser Lestat, me dió mala impresión. Fuí a coger la llamada.
–¿Quién es?
Silencio al otro lado. Solamente se oían ruidos extraños. Me puse algo nerviosa.
–¿Quién es, hay alguién?
De golpe oí que cogían el telefono. Y una voz de hombre joven respondió.
–Sí, perdón. Como no había nadie pensé que tardarían más en contestar.
Me pareció algo absurda la respuesta, pero no dije nada pues quería saber con quién hablaba ya que no lograba conocer la voz.
–¿Con quién hablo?
Oí una risotada.
–Con alguién a quién no conoce... aunque yo si la conozco. Soy paparazzi...
Esa vez fuí yo quién se rió.
–Ah, que bien. ¿Y que tiene que ver eso que usted sea paparazzi conmigo?
Breve pausa.
–¿No le suena el nombre Lestat de Lioncourt?
Y entonces algo empezó a ponerme nerviosa otra vez. Pensé en lo sucedido aquella noche...
–¿Qué quiere de mi?
–Tranquila. Solamente hablar con usted sobre su “amigo”(al decir esto noté que lo decía con ironia) Lestat.
–Perdone pero esos días no tengo tiempo. Más adelante quizá.
–Hace unos días, mejor noches—interrumpió el paparazzi—en Central Park...
Me cabreé por completo y entendí lo que quería. Sacarme más información a via de hacerme chantajes.
–Está bien. Donde y cuando.
–Después del concierto. En la salida, no se preocupe, yo la encontraré.
Y colgó sin dejarme hablar. Me quedé un momento en blanco, y luego los nervios se apoderaron de mí. No sabía que hacer. Quise contarlo a alguién, pero me detuve, pues nadie sabía lo que había entre Lestat y yo y temía que si lo contaba a alguién pudieran surgir problemas.
Con mis amigas habíamos quedado hacia las cuatro de la tarde, aunque el concierto no era hasta las ocho, para asistir a los ensayos. Al llegar encontramos multitud de fans y seguidores fuera. Pero pudimos entrar sin problemas, y para nuestra sorpresa, encontramos que todo el mundo allí sabía que iríamos(obra de Lestat sin duda) y enseguida nos dijeron que podríamos seguir el concierto desde la parte de invitados o desde el lugar que quisieramos.
Los miembros del grupo ya estaban ensayando pero faltaba Lestat que nos dijeron que siempre era el último en llegar a los ensayos. Todo el rato estuvieron haciendo bromas con nosotras, aunque quién mejor se lo asaban eran Helene e Isabel, ya que yo no podía dejar de pensar en la llamada del paparazzi. Varios momentos estuve al borde de un ataque de nervios, porque desde que había llegado que tenía la sensación que alguién me observava constantemente.
©Quedan todos los derechos reservados a la autora, Julieta De Lioncourt, desde ese mismo día, Miércoles, 6 de septiembre del 2001.
= = = = = = = = = = = = = =

1 comentario:

EldanYdalmaden dijo...

aiba que guapo , no? soy ^^EldanY^ felizs navidadss