JULIETA DE LIONCOURT 0...... 0.0 xDD

I aquí com deia ahir el 1er capítol (o 1ers?) de la història que
vaig escriure sobre aquest tant mític vampir que en el seu dia
va ser interpretat magistralment per en TOM CRUISE!!(clar que el
vampir es diu LESTAT no JULIETA que és el personatge que m'he anat
creant jo per fòrums, jocs, etcetcetc, jejeje! ja sabeu si en trobeu
una, una JULIETA DE LIONCOURT... soc jo!)
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JULIETA DE LIONCOURT
CAPÍTULO I
Me llamo Julieta. Tengo 30 años, aunque por mi físico parece que tenga
20 Y es que no soy una simple mortal. Nací el 20 de septiembre de 1970
y morí el 1 de enero de 1990, 20 años más tarde. Esa fecha fue cuando
nací en el oscuro mundo de las tinieblas, de la mano de mi queridísimo
primo Lestat. Pero antes de llegar aquí, contaré mi vida mortal.
Yo vivía en Nueva York. No puedo quejarme, pues toda mi vida había
tenido todo lo que podía desear. Tenía 2 hermanas algo mayores que yo,
nos llevábamos unos 2 y 3 años respectivamente, y un hermano pequeño
con quien me llevaba 4 años. Me llevaba bastante bien con todos ellos,
aunque claro, teníamos nuestros piques de hermanos. Mis hermanas se
llamaban Judith y Claire, y mi hermano Michael. Mis padres tenían 49
y 51 años y se llamaban Erik y Margaret. Los dos trabajaban, mi padre
como periodista y redactor de la cadena musical MTV y mi madre también
estaba trabajando allí de relaciones públicas. Mis hermanas no tenían
trabajos tan buenos pero podían llegar a fin de mes; Judith trabajaba
en un restaurante bastante céntrico de Nueva York, Claire estudiaba
arquitectura en la universidad por las mañanas y por las tardes ayudaba
a cuidar niños en una guarderia. Mi hermano y yo éramos los únicos que
aún estudiabámos.
Yo era una chica normal, me gustaba hacer de todo. Me encantaban los
deportes de aventura, y por las vacaciones de navidad siempre íba a
esquiar con mis amigas. Me encantaba la música, podía pasarme horas
encerrada en mi habitación escuchando mis cintas y discos y cantar.
Me imaginaba que era yho la estrella, y me inventava conciertos
imaginarios dentro de mi habitación(cosa que aún hago ahora) y bailaba
sin cesar hasta que terminaba rendida, tumbada en la cama. Me gustaba
todo tipo de música desde las lentas balada de los Beatles hasta los
rockeros Dire Straits, Rollings Stones o unos jovencísimos Bon Jovi
que solo empezaban. También me encantaba la música clásica, por esa
razón estaba estudiando violín desde los 9 años. A parte también me
encantaba escribir, sobretodo poesía, mi fuerte, y histórias tanto
románticas, de ciéncia-ficción o de terror-de las que inevitablemente
pero con orgullo formo parte- y las de aventuras. Y sobretodo me
encantaba conocer gente y aprender de las culturas de otros países.
Me carteaba con varias personas de Europa, y también de África y
Argentina. Pero la gente que más me fascinaba eran los griegos y
italianos. Me encantaban todas las historias de sus dioses y diosas,
histórias llenas de pasión, amor, pero también de falsedades y engaños.
Y por supuesto, como todas las chicas de mi edad, me encantaba salir
e ir de fiesta con ellas y con los amigos. Siempre nos reuníamos toda
la pandilla en los mismos bares de siempre, a no ser que se abriera
alguno nuevo y pasaramos por allí para ver el ambiente.
Mis mejores amigas eran Helene y Isabela. Nos conocíamos desde
pequeñas y siempre íbamos juntas a todos los sitios. Parecíamos unas
trillizas. En realidad mucha gente pensaba que lo erámos, y nosotras
mismas hacíamos bromas con eso y muhas veces les hacíamos creer a la
gente nueva de la pandilla que lo éramos, hasta que descubrían que no.
Juntas habíamos pasado los momentos buenos y malos, nos habíamos
consolado cuando algo había ído muy mal y habíamos compartido los
mejores momentos de nuestra vida. Si alguna vez 2 se peleaban o 1
se peleaba con otra, la que quedaba siempre había intentado que
hicieramos la paces consiguiendolo.
Aunque he dicho que parecíamos trillizas, en algunos aspectos éramos
bastante diferentes. De las 3 Isabela era la más atrevida, la más
lanzada. Yo era la más tímida y reservada, la que callaba, escuchaba
y observaba, y Helene estaba en medio. Sin embarco coincidiamos en
muchas cosas. A las tres nos gustaba el mismo actor de cine, nuestra
película preferida era la misma y... el grupo y cantante también.
A las 3 nos encantaba, con locura, pasión y lo que se pueda imaginar
un grupo de música que con tan solo un disco ya triumfaba en toda
América; se llamaba "El Vampiro Lestat", y el cantante que nos
enloquecía hasta tenernos casi histéricas, se llamaba Lestat De Lioncourt.
Era guapísimo. Alto, media alrededor de 1'80 cm, delgado pero con las
complexiones fuertes. Las expresiones de su cara eran pequeñas,
delgadas y finas, casi con un aire felino. Tenía unos profundos e
inmensos ojos azules-grises que te hacían perder el mundo de vista y
el cabello largo y rizado hasta los hombros. Y todo él despertaba
una gran sensualidad, su manera de moverse, de andar, la forma que
tenía de contemplarlo absolutamente todo, y su voz, dulce y suave pero
también fuerte y firme cuando quería. Era pura pasión lo que sentíamos
por él, y amor y locura, y como nosotras tantas miles y millones de
chicas y también de chicos, porque si algo tenía ese grupo era que
había logrado captar la atención de todo el público, tanto de hombres
como mujeres, chicas y chicos, algo que no se conseguía muy fácilmente
en América. Y todos ellos lo habían aconseguido porque los otros
miembros del grupo, Álex, Larry y la chica que se hacía llamar la
Dama Dura, también despertaban pasiones y locura aunque quedaban muy
lejos de llegar a despertar lo que despertaba Lestat.

©Quedan todos los derechos reservados a la autora, Julieta De Lioncourt,
desde ese mismo día, domingo 7 de enero del 2001
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