miércoles, 21 de enero de 2009

JULIETA DE LIONCOURT capitols 26 i ÚLTIM!

= = = = = = = = = = = = = =
SI GENT!!! SE SENT MOLT PERÒ...
AIXÒ JA S'HA ACABAT!!!!
final.
(no patiu... ja estic escrivint una altra! ah però
no tindra res a veure amb els personatges de la A.Rice!)
= = = = = = = = = =
JULIETA DE LIONCOURT
CAPÍTULO XXVI

JULIETA DE LIONCOURT
FINAL – ROMANCE EN LA OSCURIDAD
Finalmente me instalé en Londres, donde vivían bastantes vampiros y vampiras aunque nunca llegaría a conocerlos demasiado bien. Y allí fue donde le volví a encontrar.
Una noche vagando sin ningun lugar donde ir, creí notar una presencia conocida. Creí que era Lestat porque al igual que él, se escondía cuando quería. Con el tiempo yo también llegaría a saber utilizar eso. Sin embargo, al poco vi que no lo era. Cuando andaba cerca de la casa donde vivia noté, de pronto, que alguién me seguía y me paré en seco, haciendo que ese se parara también.
–Has cambiado mucho desde la última vez que nos vimos...
Me giré, reconociendo esa voz de inmediato. Era ÉL.
–En cambio tu sigues siendo igual... señor DAVID TALBOT, detective de la Talamasca.
Él rió.
–Vaya, veo que lo sabes todo... pero no. Ya no pertenezco allí.
–¿Ah, no?
–Me aburrió, y me dí cuenta al conocerte... que ser vampiro era mucho mejor.
Me reí. No me hacía miedo, y no sabía porque, pero en cierto modo me encontraba bien con él.
–No me vengas con cuentos chinos.
–¿Qué cuentos?
–Hacerme creer que estás enamorado de mí.
–¿Porqué lo tendría que estar? Aunque, mirándote y pensándolo bien, no estaría mal.
–Adiós David, ya casi amanece.
–Vaya, qué prisas. Bien, ya nos veremos.
Y así fue como empezó. Nos íbamos encontrando de vez en cuando, hasta que empezó a unirnos algo muy fuerte, más que amistad. Quizá el sentimiento de sentirnos solos enmedio de los mortales... y también entre los inmortales. Nos fuímos a vivir juntos, y al poco éramos pareja “oficialmente”. Cadauno seguía con sus aficiones, él colecionando cosas de vampiros, cosa que nunca dejaría de hacer, y yo viajando y tocando el violín y cantando con más frecuencia ahora. En uno de esos viajes, al centro de Egipto, me encontré con Lestat, quien me saludó y sonrió, burlón.
–Ya veo que no has cambiado nada—dije, a modo de saludo—¿de que te ries?
–Quiero que desmientes lo que rumorean. No me puedo creer que la víctima se acuesta con la mano asesina.
–No tienes porqué meterte en mi vida.
Lanzó una carcajada.
–Ay, mi Julieta, no digas eso. ¿Acaso ya no te acuerdas que soy tu primo?
Me reí.
–Si Lestat, estoy con David. Y estamos bien… de echo estamos MÁS QUE BIEN, MUY BIEN.
Él rió, sin parar durante un rato. Dejé que riera, y cuando terminó, me marche, dejandole así con la palabra en la boca.
No le dije nada de eso a David. Él y yo éramos felices. Había cambiado completamente, conmigo era tierno, dulce, agradable... Podíamos pasarnos noches eternas sin hacer nada más que mirarnos y abrazarnos o mirarnos, volver a abrazarnos…
Pero poco a poco, ese amor fue desapareciendo o escondiendose, pues David aún había ratos en los que no hacía nada más que preguntarme sobre mi vida como vampira, y al principio yo contestaba porque se interesaba por mí, le respondía y hacía casi, hasta que me dí cuenta que todo era curiosidad por lo que sentía yo, y hasta un punto de obsesión. Lo hablamos largamente, hasta que, en vista que no podíamos terminar bien, lo dejamos y fue cuando me fuí otra vez, esa alejandome de lo que eran mis sentimientos y de la persona a quién más amaba aún. Volví a mi ciudad, Nueva York, donde alquilé un piso pequeño, cerca de donde Lestat tuvo el restaurante, y me ganaba la vida dando clases de violín y de canto, pasandomelo francamente muy bien así. Y así viví, sola, hasta que una noche, los traidores recuerdos me llevaron al Central Park otra vez, al lugar donde Lestat y yo nos habíamos reconciliado, para decirlo de algun modo, hacía años. Y allí estaba Louis, quien me contó que ahora vivia con Lestat y Abracadabra, y que seguía echándome de menos. Nos fuímos viendo, a veces con Lestat, hasta que fue él quien me dijo de ir a vivir con ellos.
Y bien, ahora el resto ya lo sabeis. La convivencia de locos en la casa, la llegada de Akasha, y que hace poco David y yo decidimos darnos otra oportunidad. Porque siendo como somos, vampiros y seres inmortales, ¿qué más da que cometamos un error, teniendo todo el tiempo del mundo para remediarlo?

THE END
Y el resto, o continuación... es la que vamos escribiendo día a día en la vida real que nos ha tocado vivir, nos guste o no. Por desgracia ni somos seres bellos con la piel blanca y pálida de quienes se enamoran todo el mundo, ni somos vampiros y ni viviremos eternamente. Ya saben, la vida REAL dura cuatro días, y hay que vivirla alegres y despacio y con buen humor, o pasará deprisa y no habrá servido de nada vivir...

Figueres, madrugada de la noche del jueves 6 al viernes 7 de septiembre del 2001, a las 3:05 a.m.

Quedan reservados todos los derechos a su autora, JULIETA DE LIONCOURT a partir de esta hora y este mismo día, Miércoles, 24 de octubre del 2001, a las 15:25 horas.

= = = = = = = = = = = = = =

No hay comentarios: